Las camas bajas para niños, también llamadas camas Montessori, son la elección más sabia para niños pequeños, y también niños de cualquier edad que son muy inquietos durante el sueño y corren el riesgo de caerse.
Suma a la tranquilidad de la familia eligiendo uno de estos modelos a ras del suelo, tan bonitos y funcionales como cualquier cama de altura normal.
No dudes en pedir asesoramiento profesional para que la cama que elijas sea adecuada al tamaño de tu hijo y tenga margen para ser utilizada durante al menos un año. ¡Recuerda que los niños crecen rápido!
Cama estilo cuna
Tu hijo entre uno y tres años se sentirá muy cómodo descansando en esta preciosa cama que imita la forma de una cuna clásica. La baranda añade mayor seguridad y puede ser removida para manipular la cama con más facilidad o cuando el niño ya no la necesite.
Cama estilo diván
Cualquier niño o niña estará encantado de pasar sus noches en esta moderna camita similar a un diván. Su escasa altura la hace muy segura, y por su forma incluso puede ser adaptada como sofá. Los laterales proporcionan una protección extra contra posibles caídas.
Cama estilo casita
Una de las ventajas de las camas para niños pequeños es que pueden servir para dormir y también como un original espacio de juego, como lo demuestra este modelo. Puedes dejar la estructura del techo desnuda, colocarle una tela liviana a modo de dosel o incluso aprovecharla como soporte para un mosquitero.
Siempre es preferible optar con camas con baranda para niños, o en su defecto escoger modelos que permitan añadirlas, ya que ofrecen mayor contención y seguridad. Como madre o padre, descansarás mucho mejor sabiendo que tu hijo duerme tranquilo y sin correr ningún riesgo, y todo esto sin abandonar la estética y la creatividad.